EL PODER DE LA INTUICION
Es esa voz interior que lo mismo te advierte de un peligro, que te señala una oportunidad. Reconócela y aprende a utilizarla
Algo me dijo que no aceptara ese trabajo, y aunque todos me aseguraban que era una magnífica oportunidad, no lo tomé. A los seis meses me enteré de que la compañía se había ido a la bancarrota’, cuenta Blanca, una agente de bienes raíces de 32 años. Fernanda, una maestra de 40 años, quien se describe como una persona lógica y pragmática, confiesa que cree en los mensajes que ella recibe de su ‘voz interior’: ‘Un cosquilleo justo en el área del corazón, me indica que le preste atención a esa voz. No sé si se trata de la intuición, de mensajes de la mente subconsciente, o de mi imaginación... pero de veras que a mí me funciona’.
Por su parte, Jessica, una artista gráfica de 25 años, asegura que ella recibe mensajes del universo; se trata de consejos, o ‘vibraciones’, que la orientan y la protegen.
Sin duda, las frases que usamos para describir estas experiencias, son muy reveladoras: ‘Me lo dijo el corazón’; ‘Fue un presentimiento’; ‘Tuve la certeza’; ‘Algo me lo advirtió...’. Pero, ¿qué es, exactamente, eso que llamamos intuición?
Inteligencia universal
Son pocas las personas que no tienen alguna anécdota de cómo la intuición las salvó de algún percance, o les envió una señal clara de lo que debían hacer. Es más, cuando se les pregunta, muchas aseguran que su intuición nunca les falla; sin embargo, aunque no dudan de su existencia, a veces no saben explicar qué es y cómo funciona.
La definición más común es ‘la capacidad de conocer, saber o percibir algo sin usar los procesos normales de razonamiento ni los cinco sentidos’.
Los místicos la describen como un banco de inteligencia universal que sobrepasa nuestras limitaciones personales; una fuente inagotable de inspiración y conocimientos accesible a todos. En este concepto, la intuición es una energía que fluye como un río; unos están receptivos a ella, y pueden recibir sus mensajes, mientras que otros obstruyen el flujo y cortan las líneas de comunicación. Es como si existiera un enorme radio universal que trasciende el tiempo y la distancia; hay personas que están sintonizadas a la emisora llamada ‘intuición’, y otras que, simplemente, no la reciben. En su mayoría, estas últimas son personas que operan con el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el lado linear, que se guía por la razón y la lógica.
Sin embargo, a través de los siglos, artistas, maestros espirituales, filósofos, líderes políticos e inventores, lo mismo que hombres y mujeres de negocios, se han dejado guiar por el poder de la intuición. Muchos le atribuyen su éxito en la vida.
En el best seller internacional Embracing Uncertainty, Susan Jeffers, Ph.D., escribe: ‘No hay duda de que la intuición es una parte de nosotros increíblemente poderosa. Es capaz de ‘ver’ cosas que nuestros ojos no pueden ver, y de ‘saber’ cosas que nuestra mente no tiene posibilidades de saber... Si queremos verla desde el punto de vista espiritual, podemos concebirla como lo que ocurre cuando nuestro Ser Superior se conecta con un Poder Superior, creando una especie de inteligencia espiritual; una poderosa sabiduría interior capaz de guiarnos en todas las áreas de nuestra vida’.
La visión científica
Otros le quitan todo velo de misterio, pues analizan la intuición desde el punto de vista científico. Malcolm Gladwell explica en Blink, su best seller internacional, que los seres humanos tenemos la capacidad de ‘leer’ instantáneamente a las personas y situaciones que nos rodean, llegando a obtener información de ellas en un blink (pestañazo), pues a través de los siglos de evolución, el cerebro humano ha aprendido a leer señales muy sutiles. Estas son procesadas tan rápidamente, y a nivel subconsciente, que aparentan ser una corazonada o un presentimiento. Esto hace que le atribuyamos mucho a la intuición, cuando en realidad el cerebro simplemente leyó la situación e hizo sus conclusiones en cuestión de microsegundos.
Visto de esta manera, el caso de Blanca, que rechazó un empleo que solo aparentaba ser prometedor, tiene una explicación racional: ella registró —de nuevo, a nivel inconsciente— el lenguaje corporal de la persona que la entrevistó, y captó que su entusiasmo era fingido, pues no concordaba con sus gestos ni con el tono de su voz; notó el desaliento, muy bien disfrazado, de los otros empleados, y registró en su archivo mental detalles pequeños, pero reveladores, como que las plantas de la oficina no recibían atención. Todo esto la ayudó a ‘leer correctamente’ que el negocio estaba en decadencia.
Un trabajo interior
Pero no importa cómo ocurre ni de dónde proviene, muchas personas creen ciegamente en la intuición.
’Para mí, es como un sexto sentido que trabaja para decirme dónde está el peligro y también las oportunidades’, dice Mónica, una sicóloga de 36 años. Ella explica que una manera de saber si estás conectada con tus poderes intuitivos, es analizar los resultados de las decisiones que tomas: si en su mayoría han sido favorables, es señal de que tienes buenos instintos. Si, por el contrario, a pesar de analizar los pros y los contras de una situación, das el paso equivocado, es una posible señal de que estás ‘desconectada’ de esa fuente.
Pero si ese es el caso... ¿hay algo que puedes hacer para ‘conectarte’ a ella?
Existen diferentes formas de cultivar la intuición. De acuerdo con el sitio en Internet de temas esotéricos dhyansanjivani.org, estudios llevados a cabo en la universidad de Princeton, revelan que, para cultivar poderes intuitivos, es preciso desarrollar:
La capacidad de cultivar el silencio interior, haciendo un espacio para escuchar.
Una visión mucho más amplia, capaz de aceptar un modelo de la realidad, en el que la mente puede viajar a través del tiempo y del espacio.
Capacidad de concentración.
Una actitud libre de prejuicios, ya que estos tienden a obstruir estos mensajes.
La habilidad de sobreponernos a miedos, dudas y condiciones del pasado.
Receptividad para recibir toda la información que viene de fuera.
La habilidad de prestar atención y de percibir desde un nivel superior.
Estas cualidades interiores positivas son capaces de ayudarnos a desarrollar nuestros poderes intuitivos, y de transformar nuestra vida. Aun así, muchas personas no hallan el tiempo ni las condiciones para cultivarlas. Las buenas noticias: existen otras técnicas más rápidas para desarrollar la intuición.
Aprende a reconocer la forma como la intuición te hace llegar sus mensajes. Para unas personas, es a través de un sentimiento, una imagen, una sensación en el cuerpo, o un pensamiento. La próxima vez que tengas que tomar una decisión, observa el proceso, para así saber de qué forma recibes información de esa voz interior. Esto te facilitará reconocerla la próxima vez.
Serena tu mente. La mente acelerada, llena de pensamientos, ideas o preocupaciones, se cierra a estos mensajes. Practicar la meditación, el yoga, o incluso rezar, abre los canales de comunicación y te hace más receptiva.
Deja de ser una ‘sabelotodo’. La persona que cree saberlo todo, asume una postura rígida ante la vida, que le impide tener acceso a los poderes de la mente inconsciente.
Hazle preguntas a tu intuición. Muchas personas creen que los mensajes vienen espontáneamente, sin pedirlos. Otras saben que pueden hacer preguntas como: ‘¿Qué hago en esta situación?’. Es preciso esperar la respuesta con calma, sabiendo que puede llegar como una imagen, una palabra o una sensación.
Visualiza los resultados que deseas, y pídele a tu intuición que te muestre como alcanzarlos. Es importante que sepas exactamente lo que quieres. Muchas personas se concentran en lo que no desean. Esto crea confusión y obstruye la comunicación.
por: Giselle Balido
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